La Cumbre de los Pueblos contra los acuerdos comerciales de la UE

La oposición a las negociaciones comerciales europeas con los países de América Latina y Caribe marca el encuentro de las organizaciones sociales en Lima.

Publicado el 17 de mayo de 2008

En paralelo a la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) y de los países latinoamericanos (ALC) se celebra por tercera vez desde el año 2004, la Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas III. Del 13 al 17 de mayo en Lima, Perú, las organizaciones sociales de Europa y de América analizan las relaciones UE-ALC desde los Acuerdos de Asociación y libre comercio a la actuación de las empresas transnacionales europeas que se enjuiciará en el Tribunal Permanente de los Pueblos.

Este espacio de encuentro busca la coordinación entre las organizaciones de la sociedad civil del Norte y el Sur para realizar un análisis crítico de la agenda comercial de la UE y buscar una respuesta conjunta por parte de los movimientos sociales en ambos continentes.

La Plataforma 2015 y más participa en este Encuentro de movimientos sociales latinoamericanos organizando un taller: Pacto por el Derecho Humano a la Alimentación Adecuada a partir de la Seguridad y la Soberanía Alimentaria. Esta actividad autogestionada el 14 de mayo trae a un mismo espacio de reflexión, discusión y debate a organizaciones campesinas, de productores, ganaderos, etc. y a organizaciones de cooperación al desarrollo para analizar el papel de la cooperación internacional en defender la soberanía alimentaria de los pueblos, y las posibilidades de incidencia política y movilizaciones conjuntas ante la OMC y la UE en temas como los Tratados de Libre Comercio (TLC).

Las reuniones de la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de UE-ALC han terminado con una declaración que habla de la preocupación por la pobreza, el cambio climático y la cohesión social. Para la Cumbre de los Pueblos esas palabras quedan escritas en papel mojado y las negociaciones muestran una conclusión inequívoca; lo que Europa quiere de los países de América Latina son mercados abiertos, protección de inversiones e influencia política. La UE busca ampliar la participación de sus transnacionales en el sector servicios y en recursos naturales. Y estos intereses conllevan mayor desigualdad social y pobreza para los pueblos, daños ambientales y un mundo con más agudos conflictos.