La comunidad internacional no es parte del proceso de cambio, se limita tan sólo a responder
"Nuestra lucha es legal y los derechos que reivindicamos están amparados por el Derecho Internacional". Con esta frase, en la que se evidencia la legitimidad de las demandas de Palestina, inició su intervención Khitam Saafin, Vicepresidenta del Sindicato de los Comités de Mujeres Palestinas, de gira por España para hacer visible su trabajo como activista y de la situación de las mujeres palestinas, en medio del proceso de transformación vivida en el seno del mundo árabe. "Desde el principio, la lucha palestina ha estado relacionada con las reivindicaciones de estos pueblos". Es por eso que, desde su punto de vista, el cambio en Túnez y Egipto va a implicar un compromiso más fuerte y acentuado de estos países hacia la causa palestina. "Con su acercamiento a Estados Unidos, el régimen de Mubarak empezó a alejarse de Palestina. Después de 40 años de esas políticas de bajo nivel se ha producido una revolución".
El cambio es posible
Las revoluciones árabes han infundido esperanza y optimismo. Se han visto materializados los anhelos reivindicativos de la zona a través de un nuevo modelo de revolución caracterizada, según Khitam Saafin, por "nacer de los movimientos sociales, reivindicar la lucha democrática y por haber estado respaldada por una enorme participación ciudadana". Tal y como asegura el investigador y activista palestino Dawood Hammoudeh, una de las principales razones por las que la gente ha tomado las calles es porque las alternativas negociadoras no han funcionado. "A lo largo de 40 años se ha intentado movilizar a la comunidad internacional sobre nuestra situación, pero su respuesta ha sido siempre muy débil".
Según las declaraciones de Saafin y Hammoudeh, la Comunidad Internacional actúa con una doble moral, su legislación y sus intereses reales caminan en direcciones contrarias. "La respuesta siempre es nula a pesar de que el muro y los asentamientos se han considerado ilegales". Es por eso que los acontecimientos de este año han abierto una ventana para la población palestina que les ha dado fuerza para reorganizarse. "Lo que creemos que va a ocurrir es una nueva Intifada. Nuestros análisis respaldan esta hipótesis, pues esas ansias de cambio se han visto fortalecidas por las revoluciones árabes y por la falta de apoyo histórico de la comunidad internacional". Según Hammoudeh, los organismos internacionales no están formando parte de los procesos de cambio, sino que se están limitando a responder cuando estos llegan. "Si fuésemos todos juntos y trabajásemos por el cambio, no habría que esperar a que este viniese de las calles. Del mismo modo, si no se ha hecho nada y el cambio se produce en las calles, no pueden pretender bloquear lo que ahí surja, ni las posiciones que se tomen".