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Abocados a la catástrofe; cuando los bancos gestionan la crisis alimentaria

Temática: Comercio internacional.
Autoría: Comité Internacional de Planificación de ONG/OSC para la Soberanía Alimentaria
Año de Publicación: 2009
Declaración preparada por los miembros de la CIP, el Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria, al respecto de la Reunión de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria en Madrid 26 y 27 de enero; donde exigen una profunda reestructuración del sistema alimentario mundial.

01* Introducción.

Ante el grave momento actual marcado por la profunda crisis alimentaria y la crisis económica generalizada, el Gobierno español organiza la "Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria para Todos" los próximos días 26 y 27 de enero de 2009 en Madrid. La urgencia a la que nos enfrentamos hunde sus raíces en décadas de políticas neoliberales que han derrumbado los pilares institucionales internacionales de la agricultura y la producción de alimentos y han minado la capacidad de los gobiernos nacionales de proteger a sus productores de alimentos y consumidores. La causa principal de la crisis alimentaria actual reside en la continua promoción de los intereses de las grandes corporaciones industriales y el control que ejercen en el comercio internacional en detrimento de la producción de alimentos local y nacional y las necesidades e intereses de los productores locales y sus comunidades. En la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, los gobiernos prometieron reducir a la mitad para 2015 la cifra de 830 millones de personas que se estimaban sufrían hambre en el mundo. Hoy, ante una crisis alimentaria devastadora como telón de fondo, esta cifra supera ampliamente los mil millones de personas que pasan hambre.

02* No al secuestro de tierras para la producción industrial de agrocarburantes y alimentos.

En este contexto, la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) defienden una mayor liberalización del comercio y apoyan con más firmeza la agroindustria y la comercialización de fertilizantes y semillas genéticamente modificadas. A medida que se acelera el círculo vicioso de la crisis de precios alimentarias, las compañías transnacionales se deslocalizan y se instalan masivamente en los países del Sur ocupando millones de hectáreas de tierras con el fin de garantizarse el control de la producción agrícola a escala industrial para agrocarburantes y la producción de alimentos destinados al mercado internacional. Millones de campesinos y campesinas se verán forzados/as a abandonar su actividad y consecuentemente se incrementará el hambre en las zonas rurales mientras que en las grandes ciudades crecerán los barrios de chabolas. Los pocos supervivientes trabajarán contratados por las compañías transnacionales plegados a sus condiciones. Éste es el modelo que el Banco Mundial y la iniciativa AGRA (Alianza para la Revolución Verde en África) pretenden imponer con fondos designados para resolver la crisis alimentaria.

03* Nuestra solución: la soberanía alimentaria.

Contrariamente a la impresión confusa que ofrecen las fuentes institucionales, existe una solución sencilla a la crisis si se acompaña de la voluntad política necesaria. La agricultura y la ganadería campesina, de pequeños y medianos productores y la pesca artesanal pueden fácilmente aportar los alimentos necesarios una vez garantizados el acceso a la tierra y al agua de los campesinos/as y pescadores/as y la posibilidad de abastecer a los mercados locales y nacionales estabilizados. Con esta alternativa se generan muchos más alimentos por hectárea en comparación con el modelo de las transnacionales. Además se fomenta la autosuficiencia y se asegura un abastecimiento estable)[1]. Durante la Conferencia de Alto Nivel sobre la crisis alimentaria y el cambio climático auspiciada por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en junio de 2008, diversas organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil presentaron medidas concretas reunidas en la declaración "Que no se repitan los errores de siempre" y apoyada por más de 800 organizaciones)[2]. La declaración llama a los gobiernos a:
  • Restablecer el derecho de los gobiernos a intervenir y regular los sectores agrícola y alimentario con el objetivo de alcanzar la soberanía alimentaria.
  • Rechazar los modelos de Revolución Verde. La solución no pasa por la agricultura y la pesca industrializadas. La evaluación internacional apoya firmemente estas consideraciones) [3].
  • Fomentar la participación de pequeños y medianos campesinos y campesinas pastores y pescadores artesanales en la formulación de políticas.
  • Privilegiar la soberanía alimentaria y el derecho a los alimentos frente a los acuerdos de comercio y otros instrumentos políticos internacionales.
  • Reestructurar las Agencias de las Naciones Unidas relacionadas con la agricultura y la alimentación para garantizar su mayor eficacia.
Estas reivindicaciones aún deben ser tenidas en cuenta en la Reunión de Madrid.
NOTAS:
  1. ® ver www.foodfirst.org/en/node/246 .
  2. ®para consultar propuestas más concretas en la declaración "Que no se repitan los errores de siempre" publicada con motivo de la Conferencia de Alto Nivel de la FAO de junio de 2008 y apoyada por más de 800 organizaciones, ver www.nyeleni.eu/foodemergency .
  3. ® ver http://www.agassessment.org , sitio web de la Evaluación Internacional del Conocimiento, Ciencia y Tecnología en el Desarrollo Agrícola (IAASTD por sus siglas en inglés)

04* Ninguna respuesta eficaz hasta la fecha.

Desde la crisis alimentaria de los años 70 se han llevado a cabo multitud de iniciativas para combatir las crisis alimentarias; entre ellas, la creación en la década de los 70 del llamado Consejo Mundial de la Alimentación, aunque nunca llegó a ejercer su trabajo y finalmente se desmanteló en los años 90. En 2002, durante la "Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después", la FAO adoptó una alianza internacional de lucha contra el hambre aunque también resultó ser ineficaz. Actualmente Francia y otros países del G8 y España están proponiendo una "Alianza Mundial" que no conseguirá más que reproducir los fracasos anteriores y fragmentar aun más las soluciones. Ofrecerá por primera vez en las naciones Unidos este "Alianza" daría a las compañías transnacionales y a las grandes fundaciones como la de Bill Gates un estatus oficial en la mesa de negociaciones. El año pasado se estableció un Equipo de Alto Nivel de las Naciones Unidas con el fin de coordinar las acciones entre las Agencias de las Naciones Unidas, las Instituciones de Bretton Woods y la OMC. También se elaboró un "Marco Ampliado para la Acción". A pesar de que se requiere urgentemente una mayor coordinación entre las Agencias de las Naciones Unidas, el Equipo de Alto Nivel está siendo dirigido principalmente por los países donantes del G8 y las instituciones multilaterales como el Banco Mundial, la OMC y el FMI. La burocracia internacional redactó el "Marco Ampliado para la Acción" sin realizar ninguna consulta seria a los gobiernos o a la sociedad civil y, aunque se menciona en el texto el apoyo a los pequeños campesinos, los intereses de las instituciones multilaterales y del grupo del G8 dominan. El texto aboga claramente por una mayor liberalización del comercio y el Banco Mundial pretende utilizar este mecanismo para transferir grandes fondos a la agroindustria y facilitar así una segunda revolución verde, particularmente en África. La FAO y otras Agencias de las Naciones Unidas acreditadas y con mandato para poner en marcha programas eficaces están aisladas y marginalizadas.

05* ¿Dónde está la voluntad política para atajar la crisis con seriedad?.

El evento en Madrid orquestado por Jeffrey Sachs y el Gobierno de España que incluye "mesas redondas con la Sociedad Civil" se presenta como una farsa. Como preparación a la reunión, el Gobierno español ha presentado una propuesta de "Alianza Global" según la cual "se deben potenciar, escuchar y considerar las voces de los pobres durante todo el proceso" pero desgraciadamente el formato de la reunión de Madrid no parece reflejar estas buenas intenciones. Quizás algún portavoz de los campesinos pueda hablar unos minutos desde su asiento entre el público asistente mientras que las compañías transnacionales como Monsanto o la Fundación Bill Gates, la OMC, el Banco Mundial o el FMI tienen a sus representantes en el estrado... Inmersos en una crisis financiera como la actual en la que las instituciones bancarias quiebran en cadena debido a la incapacidad de asumir sus deudas y la especulación, es absurdo pedir a estos bancos y demás instituciones financieras que ofrezcan soluciones a la crisis alimentaria. Debe rechazarse el principio que intentan instaurar el Banco Mundial y los países donantes según el cual se pide "un dólar por un voto". No se ha mostrado ningún interés especial en subir al estrado a los campesinos y pescadores, comunidades indígenas y organizaciones sociales que representen a los realmente afectados. Una vez más se ha dejado de lado a los actores principales en el debate de la crisis alimentaria y sólo unas pocas ONGs cuidadosamente seleccionadas están invitadas a dar su opinión. Así las cosas, eventos como éste sólo sirven para justificar iniciativas carentes de legitimidad que seguirán sin solucionar el problema o, lo que es peor, empeorar la situación.

06* Se requieren urgentemente políticas basadas en la soberanía alimentaria.

Los gobiernos nacionales deben asumir su responsabilidad y aplicar sin más retrasos las siguientes medidas:
  • Detener la volatilidad de los precios alimentarios en los mercados nacionales. Los gobiernos nacionales deben controlar con autoridad sus exportaciones e importaciones de alimentos con el fin de estabilizar los mercados locales.
  • Determinar políticas que apoyen activamente la producción alimentaria a pequeña escala y la pesca artesanal, los mercados locales y la implementación de reformas agrarias y en materia de pesca. La producción campesina, de pequeños y medianos productores, ha demostrado ser más efectiva, ya que produce más alimentos por hectárea, crea mucho más empleo y facilita un mejor acceso de la población a los alimentos) [4].
  • Detener la práctica de las transnacionales de secuestrar tierras para la producción industrial de agrocarburantes y alimentos.Las Agencias de las Naciones Unidas deben respaldar las iniciativas de los gobiernos nacionales y debe prohibir a la OMC, el Banco Mundial y el FMI de interferir en las políticas nacionales agrícolas y alimentarias. Estas instituciones deben ser excluidas del Equipo de Alto Nivel de las Naciones Unidas.

NOTAS:
  1. ® ver www.foodfirst.org/en/node/246 .

     

    07* No a las nuevas estructuras e iniciativas.

    Nos oponemos firmemente al montaje actual de creación de nuevas estructuras y espacios abocados al continuo fracaso al tiempo que obstaculizan con sus repetidas políticas fallidas el trabajo de los organismos ya existentes. El debate de la alimentación a nivel internacional se concentraba originalmente en un único foro, el de la FAO. Este espacio se ha fragmentado en múltiples instituciones que defienden su propio punto de vista en asuntos de agricultura y alimentación además de la FAO: el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional (CGIAR), la OMC, el Banco Mundial, el FMI, etc. Para colmo, los que deben asumir la mayor culpabilidad por la crisis actual (la OMC, el Banco Mundial y el FMI) son precisamente los que dirigirán las nuevas estructuras.

     

    08* Un espacio único en el Sistema de las Naciones Unidas.

    Hasta ahora las Agencias de las Naciones Unidas (FAO, FIDA, PMA), al igual que el CGIAR, han fracasado estrepitosamente en la gestión eficaz de la crisis debido a la falta de financiación, funcionamiento deficiente y ausencia de apoyo a los campesinos y pescadores tradicionales. Se impone un cambio. Debe mejorarse la gobernanza global en materia de agricultura y alimentación. Es necesario crear un espacio único en el Sistema de las Naciones Unidas independiente de la OMC, el Banco Mundial y el FMI, con un mandato claro de los gobiernos, una participación decisiva por parte de campesinos, pescadores tradicionales y otras organizaciones de la sociedad civil, y un proceso de toma de decisiones democrático y transparente. Éste debe ser el único espacio donde se debatan las cuestiones relativas a la agricultura y la alimentación, donde se determinen las políticas y normas y se controlen todos los recursos financieros. Los países donantes deberían imitar el compromiso adquirido ante la crisis financiera y canalizar los fondos necesarios a las Agencias de las Naciones Unidas para abordar adecuadamente la crisis alimentaria. De los US$ 24 mil millones prometidos en la Conferencia de Roma de junio de 2008, sólo se ha vertido un pequeño porcentaje. Es importante financiar adecuadamente la resolución de la crisis, pero no deseamos que los fondos se malgasten en la producción de semillas de alta tecnología, fertilizantes químicos y en las manidas recetas que han fracasado en el pasado y también actualmente. Solicitamos apoyo para una auténtica reorientación del sistema alimentario mundial hacia la soberanía alimentaria.

    Esta declaración ha sido preparada por los miembros de la CIP, el Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria. El CIP es una red que coordina a nivel internacional a todos los movimientos sociales y organizaciones para colaborar en torno a la cuestión de la soberanía alimentaria: www.foodsovereignty.org.

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