Por la liberación de secuestrados en Colombia
Convocados/as a manifestarnos el 28 de noviembre contra esa realidad de degradación y violencia, conscientes que debemos formular nuestro enérgico rechazo al secuestro y a otras graves prácticas repudiables, nos sumamos al llamado que han hecho las propias familias de las personas cautivas en poder de la insurgencia, y gran parte de la sociedad colombiana, para resolver por vías pacíficas mediante el diálogo, los acuerdos humanitarios y el derecho internacional todas las diversas expresiones de un conflicto histórico de viejas raíces.
En ese sentido apoyamos los oficios que realizan diferentes sectores y portavoces de la comunidad colombiana representando su amplia pluralidad, entre ellos los trabajos de las Senadoras de la República de Colombia Piedad Córdoba y Gloria Inés Ramírez. Junto con cientos de representantes de la sociedad civil, muchos de ellos articulados en la Asamblea Permanente por la Paz en Colombia, han suscrito una carta respaldada por otras personalidades internacionales como el Premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, así como por la comunidad española comprometida con esa perspectiva de la que nos sentimos partícipes.
Nuestra perspectiva y nuestro trabajo seguirá instando a la insurgencia de las FARC al diálogo, a viabilizar soluciones humanitarias y del derecho internacional aplicables a la confrontación, buscando la pronta liberación de quienes sufren el cautiverio, a mantener la palabra como medio y no la fuerza para allanar caminos hacia una salida política a esta guerra que por más de sesenta años ha desangrado un país que merece construir un futuro de paz basada en la justicia.