Así, No. Por qué apoyamos la huelga general
Los ODM, ambiciosos dado el punto de partida pero aún escasos para lograr un mundo justo, son perfectamente alcanzables. No sólo se trata de elecciones presupuestarias (basta con 135.000 millones de dólares para cumplirlos mientras sólo en la UE se han inyectado más de 400.000 millones de dólares a los bancos tras la crisis) sino de voluntad política en su más amplio sentido: ¿Qué modelo de sociedad queremos? ¿Un modelo justo, igualitario, con derechos sociales y servicios públicos, con una ciudadanía organizada y activa y una democracia real? ¿O un modelo en el que no existan derechos civiles que estorben a los intereses económicos privados, que proporcione servicios al alcance de algunos privilegiados y en el que los ciudadanos y ciudadanas simplemente nos dejemos llevar? Está claro que la mayoría de los poderosos y especuladores quieren lo segundo. Lo gravemente decepcionante es ver cómo los gobiernos, y cómo el gobierno español en particular, ceden ante esa voluntad de los poderosos y en lugar de oponerse mediante la política y el apoyo social venden a sus ciudadanos y allanan el camino normativo y regulador a los mercados financieros y sus intereses.
El recorte de Ayuda Oficial al Desarrollo (800 millones de euros), además del resto de medidas anunciadas por el Presidente Rodríguez Zapatero en mayo y la reforma laboral decretada, son claros ejemplos de que nuestro gobierno y la oposición mayoritariamente, que está eliminando o reduciendo escandalosamente presupuestos de cooperación en las comunidades autónomas y ayuntamientos en los que gobierna, han optado por el camino contrario al de la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, para tomar el de un modelo social que se aleja del respeto a los derechos sociales y a los servicios públicos que apuntalan el estado de bienestar, dando vía libre a los mercados financieros. Al escuchar a Elena Salgado, Esperanza Aguirre, Mariano Rajoy o a Zapatero, surge la duda de si lo que se plantea es que los Objetivos del Milenio se cumplan también en el año 2015 en España y en Europa, porque puede ocurrir que donde vuelva a surgir el hambre, la pobreza, la mortalidad infantil y materna, las muertes por enfermedades curables, sea en esta Europa que está perdiendo todo su crédito internacional como modelo de democracia, protección social y redistribución equitativa de la riqueza.
No podemos quedarnos en silencio y dejarnos hacer. La Plataforma 2015 y más, compuesta por 15 organizaciones sociales de cooperación al desarrollo, ha decidido junto a otras casi 1700 organizaciones sociales, apoyar y convocar la huelga general del 29 de septiembre. No se trata de una huelga contra el gobierno sino contra el viraje en sus políticas, porque queremos precisamente lo contrario: una sociedad española, europea y mundial en la que los derechos sociales y de ciudadanía estén garantizados, en la que los servicios públicos sean universales y en la que la sociedad civil organizada pueda participar realmente de la gestión de lo público y en el ejercicio de la ciudadanía, en la que la riqueza sea redistribuida de forma justa. Y lo reclamamos junto a los sindicatos y haciendo uso responsable del derecho a la huelga como respuesta contundente a lo que consideramos un atropello al modelo de sociedad que queremos, al tiempo que una forma injusta e ineficaz para salir de la crisis. Esta reforma laboral no es una decisión económica, es una decisión ideológica, ya que se podrían tomar otras medidas más eficaces y justas frente a la crisis: lucha contra el fraude fiscal y los paraísos fiscales, mayor inversión pública para la creación de empleo, una política fiscal en la que paguen más los que más tienen y las empresas que más beneficios obtienen y un largo etcétera, entre las que se incluye una tasa a las transacciones financieras como la que se ha planteado (y habrá que ver con qué seriedad y firmeza) en la Cumbre sobre los Objetivos del Milenio.
Por todo esto, la Plataforma 2015 y más vamos a la huelga y participaremos en la jornada de movilización social convocada en toda Europa el 29 de septiembre, para decir bien alto junto a la ciudadanía española y europea, los sindicatos y el resto de movimientos sociales, que no, que "Así, no". Nosotras y nosotros, vamos.
Amaia Camacho, presidenta de la Plataforma 2015 y más.