La Plataforma 2015 y más pide coherencia al gobierno español a la hora de contribuir a los procesos de cambio que demandan las poblaciones del espectro mediterráneo
Madrid, 16 de febrero- La Plataforma 2015 y más acogió con gran satisfacción y admiración las revoluciones protagonizadas por los pueblos tunecino y egipcio, que han logrado acabar con los gobiernos autócratas, liberticidas y corruptos de Ben Ali y Mubarak. Al mismo tiempo lamenta la muerte de manifestantes y opositores/as y se solidariza con las familias de las víctimas que lucharon por la libertad bajo estos regímenes. La Plataforma 2015 y más también sigue con interés las protestas que brotan en otros países de la región como son Argelia, Libia, Jordania, Marruecos, Siria o Yemen, y exige que los derechos de asociación y de manifestación y la libertad de expresión y sindical sean respetados.
La Plataforma 2015 y más considera que la política exterior de España y de la Unión Europea hacia el Mediterráneo y los países árabes ha de ser revisada en profundidad y de forma inmediata. Hasta hace tan sólo un mes Túnez era considerado un país ejemplar por las instituciones europeas gracias a sus indicadores macroeconómicos. A pesar de las graves violaciones de derechos humanos denunciadas y ampliamente documentadas y de la falta de garantías democráticas en estos países, la Unión Europea lanzó en 2010, bajo el empuje de la Presidencia Española, el proceso de negociación de un estatuto avanzado de relaciones.
Los levantamientos tunecino y egipcio han demostrado lo incoherente y volátil que llega a ser nuestra política exterior cuando viene dictada tan sólo por los intereses comerciales, de control migratorio, así como los geoestratégicos como es el apoyo que el régimen de Mubarak brindaba a Israel o como lo sigue haciendo la monarquía jordana. Las revoluciones populares en la región también confirman, si quedaba alguna duda al respecto, que el crecimiento económico estricto no es un criterio válido suficiente para evaluar a los gobiernos del Sur. El desarrollo económico sin redistribución de sus frutos no contribuye a la paz social, y menos a la estabilidad política.
Después de tantos años de desoír las demandas de la sociedad civil independiente, de los/as opositores/as demócratas y fuerzas políticas perseguidas o ilegalizadas, existe ahora una oportunidad real para acompañar los procesos de democratización desde la base que se han iniciado en la región. Ha llegado la hora de devolver a las poblaciones árabes su plena ciudadanía, haciendo especial hincapié en la participación política y ciudadana de las mujeres. Ha llegado la hora de reconocer el protagonismo de las organizaciones de la sociedad civil en la transición democrática. Ha llegado la hora de apoyar su participación en los procesos de investigación de los regímenes derrocados, esclarecimiento de la represión desplegada durante los levantamientos, y elaboración de las reformas legales y constitucionales necesarias para el advenimiento de regímenes democráticos.
Por todo ello, la Plataforma 2015 y más plantea al gobierno español que a imagen de otros países contribuya a la lucha contra la impunidad de los regímenes de Ben Ali, Mubarak y otros, adoptando las medidas jurídicas, económicas y bancarias necesarias para acabar con ésta; que apoye la participación de la sociedad civil independiente en los procesos de cambio y apertura democráticos que demandan las poblaciones del espacio mediterráneo; y que abra un debate con participación de la sociedad civil española, defensores y defensoras de derechos humanos y expertos/as independientes, para definir los lineamientos de la cooperación y de la política exterior españolas con los países árabes.