Cuando los Tratados de Libre Comercio arrinconan a nuestras democracias
Los ciudadanos y ciudadanas debemos hacer un esfuerzo para retomar el poder en nuestras democracias. Cada día la agenda de nuestros derechos ciudadanos va perdiendo protagonismo y quedando marginada por el empuje de los intereses de las corporaciones transnacionales. Nuestros gobiernos se reúnen con los grandes empresarios para tratar de escenificar que les piden permiso para seguir gobernando, para hacernos saber a todos que no van a legislar en contra de los intereses de los grandes, que no van a elevar sus obligaciones fiscales y que debemos agradecerles su compromiso con los becarios y con la sociedad en su conjunto.
Lo mismo sucede con nuestra democrática Unión Europea, que establece legislaciones ambientales, migratorias y comerciales para los 27. ¿Sabemos qué están legislando y acordando en nuestro nombre?
Este fin de semana hemos sabido que varios eurodiputados, entre ellos uno español del PP, han caído en la trampa de un periódico que hizo pasar a una reportera por integrante de un lobby y que buscaba socios para enmendar una ley en función de los intereses del supuesto lobby. Sabemos también por informes que elaboran organizaciones europeas que por cada eurodiputado las grandes empresas ponen una media de 30 lobbistas para incidir directamente en el policy making de la Unión Europea.
En los próximos días la Comisión Europea tratará de cerrar los trámites necesarios para que se aprueben los tratados de libre comercio de la Unión Europea con Colombia y Perú. Así consignarán más liberalizaciones en las ya escasas regulaciones de los países sudamericanos, evitarán cualquier amenaza fiscal para que sus inversiones no supongan beneficio alguna a las necesitadas haciendas públicas de sus países y conseguirán que los derechos laborales, sindicales o de cualquier otro tipo no sean un obstáculo para las necesidades de expansión del capital privado transnacional de origen europeo. Sabemos también por el informe que ha publicado Paz con Dignidad que por cada euro de ayuda al desarrollo en Colombia, las transnacionales invierten casi 4 euros sin ninguna transparencia, por cierto.
Esta semana están en España delegados de un amplio abanico de organizaciones sociales y sindicales de ambos países, contándonos por qué la mayoría de la población resultará afectada negativamente por dichos acuerdos comerciales, cómo generarán mayor pobreza e impedirán que sus gobiernos implementen cualquier tipo de política redistributiva. De qué forma nuestra democrática y moderna Unión Europea está a punto de firmar unos acuerdos sin preocuparse en absoluto por los derechos humanos, no vaya a ser que se pierdan oportunidades de negocio para nuestros grandes empresarios.
Es hora de que escuchemos las voces del otro lado, de que después de informarnos nos lancemos a exigir nuestro derecho a la información y a la participación activa en función de los intereses de la ciudadanía.
El programa Solidaridad se emite todos los martes de 1.00 a 2.00 horas en Radio 5, RNE.