Es posible una nueva economía que genere prosperidad sin crecimiento

La primera de las mesas, bajo el título Críticas y alternativas a un modelo económico agotado ha sido moderada por la periodista Olga Rodríguez. En el debate, la economista Bibiana Medialdea, experta en cooperación, desigualdad y desarrollo ha señalado que, “desde que se comenzó a establecer la lógica neoliberal desde los años 80, han ido descendiendo las rentas salariales del país incluso en una época de crecimiento”. En este sentido “el modelo de desarrollo que hemos vivido en las últimas décadas es un modelo propio de una evolución regresiva en lo económico y lo social”. De esto se deduce que el crecimiento no implica necesariamente desarrollo y que es necesario “generar una economía diferente, que no esté financiarizada, sino que busque la prosperidad sin crecimiento”.

 

El debate ha continuado con el economista Fernando Luengo cuya intervención ha consistido en presentar un decálogo con los puntos clave que deben sustentar las alternativas frente a la crisis. “Es imprescindible colocar en el corazón de la economía las políticas de creación de empleo, porque la austeridad no crea empleo”, ha afirmado el catedrático de la Universidad Complutense. En este sentido “es necesario detener las políticas de austeridad, porque destruyen tejido productivo y social y porque son una reacción de las oligarquías”.

 

La segunda mesa, bajo el título Hacia un uso humanizado de los recursos naturales fue moderada por la socióloga Cecilia Carballo, que ha incidido en la idea de que es necesario “caminar hacia un paradigma que nos dé prosperidad sin crecimiento”, en relación a las corrientes del buen vivir. Junto a ello, la lucha contra la crisis ecológica y el cambio climático deben estar en el centro de las alternativas.

 

La mesa se ha iniciado con la intervención por vídeo-conferencia del ex viceministro de Gestión Ambiental de Perú, José de Echave, que ha explicado cómo en América Latina se han desarrollado “luchas de resistencia frente a un sistema fuertemente extractivista”. Para este economista “hay muestras evidentes de que existe un movimiento ciudadano activo que está luchando por sus derechos y que está obteniendo resultados”. Frente al abuso de las empresas y las políticas neoextractivistas –que en realidad son un problema global que no afecta solo a América Latina–, ha instado a “seguir batallando para diseñar mecanismos anti-monopolio y frenar el creciente poder corporativo”.

 

En esta misma línea, la socióloga boliviana Mónica Vargas ha detallado cómo las empresas de Unión Europea está llevando a cabo fuertes inversiones extractivas en América Latina, tanto en el ámbito de la agricultura como en el de la minería, llegándose incluso a desarrollar una fuerte dependencia de los “minerales críticos”. Esta investigadora del Observatorio de la Deuda en la Globalización de la Universitat Politècnica de Catalunya ha recalcado que desde las grandes corporaciones e incluso desde los gobiernos y las instituciones “se ejerce presión sobre los países del Sur para que sigan extrayendo materias primas y esa presión genera conflictos”. Contra este modelo insostenible hay que luchar de manera coordinada y armonizada.

 

En el debate posterior a las mesas han participado, como miembros de la Fila 0 invitados especialmente para el encuentro, Marco Gandarillas (CEDIB), Roque Feliz (Centro Bonó-Rep. Dominicana), Jose Patrocinio (Omunga - Angola), Alejandra Machín (Econonuestra), Tom Kucharz (Ecologistas en Acción) y, en vídeo, Antonio Tricarico (Re:Common).